Cuando ya has vivido un montón de cosas, vuelves a ser un niño en el sentido en el que "te vale todo un carajo".
O bueno, por lo menos, en una gran parte. Sobre todo en el tema de la vergüenza; que a la hora de la verdad no es buena ni mala, todo depende del contexto y el fin, ya que más allá de limitarnos también puede protegernos de muchas embarradas y problemas en esta vida...
Estas personas son el mejor ejemplo de ello. LOL!